Uno de los temas que toca esta
película es el de la escuela inclusiva y el de la escuela segregadora. En
nuestro país la idea de la educación inclusiva lleva unos treinta años vigente,
acabando con el modelo franquista que acababa siendo exclusivista, en el que
solo unos pocos conseguían adaptarse a la escuela de la época. Ahora, algunos
corrientes de la escuela defienden que los alumnos sean los protagonistas de su
educación. Yo también defiendo este cambio de idea, aunque no por el hecho de
que sea la escuela la que se adapte al alumnado estos vayan a estar peor
educados y con un menor nivel cultural. Creo que es un gran reto para los
profesores de la actualidad y para los futuros docentes, donde pretendo estar
algún día. El año que viene por estas fechas tendremos una asignatura acerca de
la escuela inclusiva, y reflexionando sobre este aspecto tengo la inquietud de
cómo va a ser.
Recuerdo en mi instituto un claro
ejemplo de escuela segregadora. Estando en 3º de ESO, había una clase de 1º de
ESO compuesta únicamente por alumnado repetidor. No había ningún chico o chica
que procediese del colegio el año anterior. Me llamó seriamente la atención. Pensé
que los habían unido en aquella clase para no entorpecer el progreso de los “buenos”
hasta que a los 16 años decidiesen abandonar el instituto. Supongo que formaron
esa clase por ese motivo. Si no no le veo otra explicación.
Por concluir este asunto de la
escuela inclusiva y la escuela segregadora, pienso que el principal objetivo
del maestro es crear situaciones para que el alumno se sienta protagonista de
su propia educación y que consigan creer que aspiran a algo más que a pasar los
años metido alrededor de cuatro paredes con mesas y sillas. A lo largo de mi
etapa estudiantil he visto decenas de alumnos totalmente desinteresados y los
maestros no conseguían transmitirles esa inquietud. Creo sinceramente que la
voluntad del alumno es fundamental y que el esfuerzo del docente por despertar
el interés del niño es clave.
Con respecto a los métodos de
enseñanza, tareas y actividades, pienso que la escuela hoy en día está en un
cambio revolucionario. Como dije en mi anterior entrada, la sociedad evoluciona
continuamente y todos los ámbitos de la vida deben renovarse. Antes, yo
recuerdo de bajar al patio de mi urbanización a jugar al fútbol todos los días,
y lo único electrónico que vimos hasta los ocho o nueve años eran una
televisión y un ordenador. Ahora, cualquier niño de tres, cuatro, cinco años
sabe manejar con soltura una tablet. Los niños y niñas tienen un diferente
estilo de vida, y eso lo reflejan en la escuela. Ahora es muy complicado, con
tantos aparatos electrónicos y con otra actitud, seguir con el planteamiento
clásico escolar. Conozco que las normativas educativas aprobadas desde hace
unos años van en dirección a producir un cambio que se resiste porque gran
parte del profesorado, e incluso las familias, no se encuentran cómodos ante
una situación que puede producirles vértigo.
El ejemplo que pones de tu etapa de la ESO es uno más de los muchos que se usan en la escuela, formalmente inclusiva, para convertirla subrepticiamente en segregadora. Es una lástima, pero es así.
ResponderEliminarQue los alumnos se desinteresen es normal. Lo que no es normal es que los profesores no hagamos nada para que la tarea escolar les resulte atractiva. Ese es nuestro trabajo.
Buen comentario el tuyo.